Estimada Silvia:
No tolero a mis suegros por ser tan imprudentes y por sus tantas visitas inesperadas desde recién casados. Ya no los tolero, pero nos amamos tanto mi esposo y yo que por él quiero aguantar más para seguir siendo tolerante, porque últimamente ya no puedo.
Leticia

Estimada Leticia:
Veo la vida como una serie de oportunidades para conocernos mejor, no sólo como personas sino como seres espirituales. La invito a que usted vea esta situación como una oportunidad.
A veces lo que nos ayuda a aprender a ser tolerantes es vernos a nosotros y a los demás desde una nueva perspectiva. Yo le propongo que en vez de ver a sus suegros como una molestia que interfiere con su felicidad, los vea como una bendición.
Piense que eligió a su esposo con familia incluida, que él es fruto en gran parte de lo que esos padres le dieron (la vida en primer lugar). Si piensa que en el universo nada es fortuito, entonces haber elegido ser parte de esta familia con suegros difíciles, es parte del deseo de su alma de aprender a ser tolerante, que es lo que la hace escribirme esta carta.
La tolerancia es el comienzo del amor incondicional. Conviértase en observadora de las situaciones. En vez de reaccionar ante lo que ellos hagan o digan, en vez de dejarse afectar como si lo que ellos hacen o dicen fuera algo personal, piense que ellos son así como usted los ve y usted no los va a cambiar, por lo que no le queda más remedio que aceptarlos.
La aceptación es el segundo paso en el proceso de aprender a amar incondicionalmente.
Los humanos a veces creemos que las cosas y nosotros debemos ser perfectos. Piense que nuestro espíritu o alma es perfecta pero que estamos dentro de un cuerpo que tiene un ego y éste trata de ganar control todo el tiempo. Nuestra tarea consiste en encontrar balance entre el alma y el cuerpo. El ego es el que nos hace ser codiciosos, avaros, insatisfechos, orgullosos. El alma es la que nos hace ser amorosos.
Para lograr este balance debemos constantemente preguntarnos (antes de actuar) ¿Cómo quiere el alma que yo maneje esta situación? ¿Qué es lo más amoroso que yo puedo hacer?
Cuando uno ama incondicionalmente no espera que los demás se comporten como uno espera para poderlos amar. Como ya los tolera y acepta, los puede amar. Cuando uno actúa amorosamente, todo comienza a salir bien. Los demás se contagian de la energía que irradia el amor y actúan desde su alma también. Pero no malinterprete lo que es amor. No es dar para recibir, no es sacrificarse por los demás, no es aguantar calladamente, no es ni siquiera ser generosos. Es respetarse a uno mismo profundamente y luego comprender que cada ser humano tiene su propia lucha interna, sus contradicciones, su lucha por ser mejor. Es ver al otro como alma hermana. Es dejar de tener expectativas, dejar de esperar que los demás se comporten según como uno espera que lo hagan.
Es importante también que usted converse claramente con su esposo sobre esta situación y con delicadeza le exprese sus sentimientos. No se sienta víctima de sus suegros. Suelte la prevención basada en lo que ha pasado antes. Póngase en control y aprenda a poner límites. Para que estos límites sanen la relación y no generen disputas, es importante que actúe de común acuerdo con su esposo. Entre los dos definan cómo hablarle a los suegros sobre con qué frecuencia quieren sus visitas y sean claros sobre la no aceptación de interferencias en la vida matrimonial.
Como su motivación para mejorar la situación es amorosa, no tenga duda de que va a lograr la armonía que busca, pero tenga paciencia porque va a requerir tiempo y seguramente unas cuantas fricciones más. Manténgase unida con su esposo.

Hay que sanar el pasado para poder disfrutar el presente
Estimada Silvia:
Primero que nada les doy las gracias por tener este espacio.
Mi novio de 32 años hace muy poco me contó que a los 8 años de edad lo violaron. Para mí ha sido realmente muy fuerte; desde que lo conocí siempre dije que el tenía una pena muy grande en su alma, pero nunca me imaginé que fuese esto, es su secreto. Estuvo casado pero su ex lo engañaba y no le entregó amor mientras fue su esposa. El es excelente padre, de hecho tiene la custodia de su hija de 11 años. Está sufriendo mucho, es doloroso y ahora me hizo parte de su dolor! Yo les pido ayuda ya que antesdenoche se drogó y ahí me confeso esto. Dice que no da mas, yo soy la primera persona que lo sabe. Me despido con mucha fe y con la esperanza de su ayuda, gracias.
Dennys

Estimada Dennys:
Su novio lleva 26 años recreando en su mente lo que sucedió en unos minutos. Una violación es algo sumamente traumático que marca, es cierto, para toda la vida. A veces no es el solo hecho de la violación sino cómo un niño siente que ha perdido su integridad, que los adultos en su vida no estuvieron ahí para protegerlo, que el mundo es agresivo, etc. Además hay sentimientos de culpa y vergüenza que son difíciles de manejar. Sin embargo, su novio puede elegir entre el sufrimiento y el crecimiento. Parece que ha elegido ambas cosas porque por un lado se ha convertido en un buen padre y por otra sigue sufriendo por algo que ya no existe en vida. Su futuro depende de que él procese lo que pasó hasta que pueda dejarlo completamente en el pasado, hasta que pueda perdonar a los que lo violaron, los que no lo pudieron proteger y a sí mismo.
Su novio necesita apoyo emocional pero usted no es la persona que debe encargarse de dársela. Entre parejas esto destruye la relación, que se convierte en un dúo: el que sufre y la que consuela. El que tiene un problema y la que lo trata de resolver. Y este dúo termina más temprano que tarde rompiéndose porque para el que consuela y trata de resolver el problema se convierte en una carga abrumadora. Hay que buscar una relación sana, no una relación basada en dependencias emocionales.
Cuando usted dice que él se drogó, ¿a qué se refiere? ¿Trató él de suicidarse o está usando drogas? Cualquiera de las dos cosas significa que su novio necesita ayuda profesional urgentemente. Usted no es su psiquiatra ni su psicóloga. La mejor ayuda que puede prestarle es hacerle ver que es hora de buscar terapia.
Pregúntese y pregúntele si él quiere resolver el trauma o seguir construyendo su vida alrededor del sufrimiento. Pregúntese si usted quiere una relación codependiente o una relación sana caracterizada por la alegría del compartir. Y si él no acepta la ayuda profesional, explíquele que usted probablemente no pueda o no quiera seguir con él. Piense en usted misma. Es importante que entendamos que cada uno de nosotros es responsable por su propio bienestar. Nadie hace feliz a nadie. Las relaciones son proyectos de crecimiento en los cuales nos podemos apoyar mutuamente pero primero que todo cuidamos de nosotros mismos para poder aportar lo que somos a la relación