No puede dormir por los ronquidos del esposo

Estimada Silvia:
Quisiera saber que puedo hacer para descansar en las noches, ya que el ronquido de mi esposo es tan fuerte e insoportable que no me permite dormirme. Paso horas para conciliar el sueño; por las mañanas me despierto con dolor de cabeza; él dice que no ronca y es muy difícil hacerlo entender, porque nunca acepta lo que le digo, pero si le comenta a los demás que hablo dormida y lo he despertado, cosa que ha sucedido en esporádicas ocasiones. Ayúdeme por favor. Esto, además de su carácter, ha deteriorado mi delación con él, ya no deseo continuar así, estoy muy deprimida. Muchas gracias por su atención, siempre leo sus comentarios, son muy valiosos para mí.
Taira

Estimada Taira:
Gracias por su consulta, me alegra mucho saber que mis comentarios le son útiles.
Dormir con un roncador es un problema, usted tiene toda la razón. Además, hay motivos médicos para que él desee buscar ayuda para su ronquido pues este puede deberse a cosas tan sencillas como la relajación de los músculos del cuello o una obstrucción nasal por adenoides, como a una apnea (suspensión temporal de la respiración). También hay soluciones médicas para el ronquido, desde las que consigue en una farmacia local hasta las que un médico puede recomendarle.
Si necesita probarle que él ronca, me parece que la solución más sencilla es un testigo o una grabadora. ¿Tiene hijos? ¿Tiene él un pariente o amigo que quiera pasar una noche en su casa para servirle de testigo? Discutiendo no lo va a convencer.
Pero usted dice que la relación se está deteriorando y usted se siente deprimida. Entonces es urgente que busque ayuda. ¿Qué servicios de consejería se prestan en su comunidad? Por lo regular las iglesias tienen algún ministerio familiar que provee apoyo a las parejas. Los refugios para mujeres abusadas le ofrecen también apoyo. Depende de la filosofía del refugios, le ofrecerá educación y apoyo sólo a usted o a la pareja.
No deje que la depresión avance. Explore sus sentimientos y si su corazón le dice que la relación merece la pena, entonces luche por ella. Pero para eso se necesita el concurso de los dos, no es su responsabilidad que la relación funcione, es de ambos.
La sociedad nos ha convencido a las mujeres que nuestro rol es garantizar la unidad de la pareja y de la familia. Es una carga absurda. Eso coloca a los hombres en una posición de niños inmaduros, incapaces de velar por una relación. No tenemos nosotras por qué asumir la responsabilidad que a ellos les cabe. No tenemos por qué estar más interesadas que ellos en hacer que la relación funcione. La esencia de la vida en pareja es el compartir y el apoyarse mutuamente.
Si usted se siente desvalorada, criticada y asfixiada en la relación, y su esposo no está dispuesto a trabajar por mejorarla, entonces merece la pena considerar la disolución de la relación.